¿Qué hacer en caso de un tsunami? Consejos profesionales para salvar vidas
El 29 de julio, el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) emitió una alerta de tsunami severo para el Pacífico. Y en la lista de países afectados publicada por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), México fue incluido en el rango de advertencia de tsunami. En respuesta, la costa del Pacífico mexicano, desde Baja California hasta Chiapas, activó rápidamente las alertas. El puerto de Cabo San Lucas fue cerrado de emergencia, y las actividades turísticas y pesqueras se suspendieron por completo.
El Centro de Alerta de Tsunamis de México (CAT) emitió de inmediato una advertencia específica: se esperan olas de tsunami de hasta 1 metro en la costa mexicana, instando a la población a alejarse de las playas de inmediato y a estar atentos a la hora de llegada del tsunami y la altura esperada de las olas. Esta guía se centrará en qué hacer en caso de un tsunami, desglosando sistemáticamente los peligros que pueden acechar antes, durante y después de un tsunami, y explicando en detalle qué hacer antes, durante y después de un tsunami, para fortalecer su línea de defensa y supervivencia.
¿Qué es un tsunami?
Un tsunami es una ola oceánica gigante de gran poder destructivo, causada por una intensa actividad geológica submarina (como terremotos, erupciones volcánicas, deslizamientos submarinos, etc.).
Causas de formación:
Terremotos submarinos: Representan más del 80% de las causas de los tsunamis. Cuando la corteza terrestre submarina experimenta un levantamiento, hundimiento o ruptura violenta, desplaza instantáneamente una enorme cantidad de agua de mar, generando una perturbación.
Erupciones volcánicas submarinas: La enorme energía liberada por las erupciones volcánicas perturba el agua de mar, formando tsunamis.
Deslizamientos submarinos: Cuando sedimentos y rocas submarinas se desplazan rápidamente, desplazan el agua de mar y generan olas.
Situaciones raras: Como el impacto de un meteorito en el océano, también pueden desencadenar tsunamis (extremadamente raros en la historia).
Características principales:
Longitud de onda extremadamente larga: Puede alcanzar desde decenas hasta cientos de kilómetros, superando con creces las olas oceánicas normales (que miden solo decenas de metros).
Discreción en aguas profundas: En aguas profundas, la altura de la ola suele ser de solo unos pocos metros, lo que dificulta su detección, pero su velocidad de propagación es extremadamente rápida (hasta 800 km/h, cerca de la velocidad de un avión a reacción).
Carácter explosivo cerca de la costa: Cuando un tsunami se acerca a aguas poco profundas o a la costa, la profundidad del agua disminuye drásticamente, la energía se concentra y la altura de la ola puede aumentar rápidamente (hasta decenas de metros), formando una ola gigante similar a una "pared de agua".

¿Cuáles son los peligros de los tsunamis?
Para un país costero como México, los peligros de los tsunamis tienen características multidimensionales y compuestas, afectando múltiples niveles como la seguridad vital, la infraestructura, la economía y la ecología. Específicamente, se pueden clasificar de la siguiente manera:
1. Impacto físico directo: Destrucción del espacio costero
Daños a edificios e instalaciones: Las olas gigantes golpean las construcciones costeras con enorme fuerza de impacto. Casas bajas, tiendas, muelles, etc., son fácilmente arrasados. Por ejemplo, en el tsunami de Manzanillo, México, en 1995, el 30% de los edificios costeros fueron arrasados y las grúas portuarias volcadas hacia tierra. En el tsunami de Michoacán en 2022, las paredes de concreto de un centro comercial en Manzanillo colapsaron debido al impacto de las olas, y todas las paredes de vidrio se hicieron añicos.
Víctimas humanas: Las olas del tsunami pueden alcanzar decenas de kilómetros por hora, arrastrando fácilmente a peatones, vehículos e incluso equipos grandes, lo que provoca ahogamientos o lesiones por impacto. En el tsunami de México de 1959, debido a la falta de alerta temprana, el deslizamiento de tierra por sí solo provocó miles de muertes como desastre secundario.
Interrupción del transporte: Las carreteras costeras son inundadas, los puentes destruidos y las instalaciones portuarias (como el puerto de Cabo San Lucas) se cierran debido a embarcaciones varadas o muelles dañados, lo que provoca la paralización total del transporte terrestre y marítimo.
2. Desastres secundarios: Amplificación del alcance de la destrucción
Inundaciones y anegamientos: Las inundaciones causadas por la llegada del tsunami pueden extenderse varios kilómetros tierra adentro, anegando áreas bajas (como las zonas residenciales costeras de Acapulco, México) y persistiendo durante horas o incluso días, aumentando el riesgo de ahogamiento.
Paralización de servicios públicos: Las olas del tsunami pueden destruir subestaciones eléctricas, estaciones base de comunicación y tuberías de suministro de agua, lo que provoca la interrupción del suministro de agua, electricidad e internet en las ciudades costeras.
Incendios y contaminación: Un tsunami puede volcar tanques de petróleo y almacenes de productos químicos, provocando incendios o fugas de sustancias tóxicas que contaminan las aguas marinas circundantes.
Desastres geológicos secundarios: El impacto de las olas del tsunami puede inducir deslizamientos costeros o la licuefacción del suelo, destruyendo aún más los cimientos de los edificios.
Mareas de tormenta: Los tsunamis y las mareas de tormenta a veces ocurren simultáneamente o se influyen mutuamente. La fuerza de impacto del tsunami combinada con los vientos fuertes y las olas gigantes de la marea de tormenta agravará aún más la magnitud del desastre en las zonas costeras, causando un daño mayor a la línea costera y a las instalaciones costeras.
Terremotos: Los tsunamis suelen ser provocados por terremotos submarinos, y los terremotos submarinos por sí mismos también pueden desencadenar terremotos terrestres, causando desastres como el colapso de edificios y la ruptura de carreteras.
3. Golpe económico severo: Impacto en las industrias costeras clave
Parálisis del turismo: Ciudades turísticas de la costa del Pacífico mexicano como Cancún y Cabo San Lucas dependen de los recursos costeros. Una alerta de tsunami puede provocar el cierre de hoteles, la cancelación de vuelos y la evacuación de turistas.
Colapso de la industria pesquera: Las embarcaciones de pesca son arrastradas, las jaulas de cultivo se rompen y los puertos pesqueros quedan dañados, impidiendo el desembarque de las capturas.
Daños a la agricultura: El agua de mar inunda las tierras de cultivo costeras (como los arrozales en Chiapas o las plantaciones de plátano en Sinaloa), provocando la salinización del suelo y la muerte de los cultivos.
Altos costos de reconstrucción: Los gastos de reconstrucción de viviendas e infraestructura después de un desastre a menudo superan con creces las pérdidas directas.
4. Destrucción ecológica: Eliminación de las barreras de protección costera
Degradación del ecosistema costero: Las gigantescas olas del tsunami pueden destruir manglares, arrecifes de coral y otras "barreras naturales", lo que provoca la pérdida de la capacidad de amortiguación de la costa y un aumento del riesgo de futuros desastres.
Propagación de la contaminación marina: La basura, aguas residuales, pesticidas y otros desechos terrestres fluyen hacia el océano con la retirada de las olas, contaminando el agua de mar y los recursos pesqueros.
5. Impacto social a largo plazo: Desencadenamiento de una crisis en cadena
Desplazamiento de la población: Los residentes costeros se ven obligados a reubicarse debido a la destrucción de sus hogares, lo que puede provocar problemas de higiene y seguridad en los centros de acogida temporales. Tras el tsunami de 1995, aproximadamente 5000 personas en Manzanillo quedaron sin hogar, y se produjo un brote de cólera en las zonas de tiendas de campaña temporales.
Trauma psicológico: Las víctimas pueden sufrir secuelas psicológicas a largo plazo debido al desastre, lo que afecta significativamente a pescadores y trabajadores del turismo que dependen de la vida costera.
Por lo tanto, el peligro de un tsunami no es solo "una ola gigante por un instante", sino un impacto sistémico en la sociedad costera, la economía y el ecosistema. Y México, como país de alto riesgo de tsunami en el Pacífico, estos peligros son particularmente evidentes.
Un repaso de los tsunamis ocurridos en México
Recuento de los eventos de tsunami ocurridos en México
El Catálogo Histórico de Tsunamis del Centro de Alerta de Tsunamis (CAT) indica que, en los últimos 288 años, se han registrado más de 60 tsunamis en la costa oeste de México.
A continuación, se presentan algunos eventos de tsunami que han ocurrido en México a lo largo de los años:
1845: El 7 de abril a las 15:30, un gran terremoto de magnitud 8.3 ocurrió en Acapulco, que posteriormente provocó un tsunami. En media hora, aparecieron olas gigantes en el mar que se adentraron aproximadamente 40 metros tierra adentro. Después, el agua retrocedió rápidamente, exponiendo el fondo marino a 35 metros, y luego las oscilaciones del nivel del mar disminuyeron gradualmente.
1995: Un terremoto de magnitud 8.0 provocó un desastre por tsunami, con una ola máxima de 11 metros.
2017: Aproximadamente a las 23:50 del 7 de septiembre, un terremoto de magnitud 8.4 ocurrió en las aguas cercanas al sur de México, lo que provocó un tsunami en la costa mexicana con una altura de ola de aproximadamente 1 metro. El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico también emitió alertas de tsunami para Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua, Panamá y Honduras.
2022: Un terremoto de magnitud 7.6 ocurrió en las aguas cercanas a la costa de Jalisco, México, con una profundidad focal de 15.0 kilómetros. Este terremoto ya había provocado un tsunami regional, y varias estaciones de mareas alrededor del epicentro detectaron olas de tsunami de 0.1 a 1.0 metros.
Qué hacer antes, durante y después de un tsunami
La preparación anticipada es la mejor manera de protegerse a sí mismo y a sus seres queridos de la amenaza de un tsunami. A continuación, se presentan los pasos clave a seguir antes de un tsunami, incluyendo recomendaciones específicas para residentes y turistas de la costa del Pacífico mexicano:
Atención a las alertas de tsunami:
Las alertas oficiales son la señal principal, pero las señales naturales de advertencia suelen aparecer antes, por lo que se debe prestar doble atención:
Siga los canales oficiales: Manténgase informado a través de fuentes oficiales como el Centro de Alerta de Tsunamis de México (CAT) y Protección Civil, obteniendo los anuncios del gobierno local por radio, televisión o redes sociales. En ciudades costeras como Ensenada, Mazatlán y Acapulco, las alertas pueden emitirse horas antes de la llegada del tsunami, lo que proporciona un tiempo crucial para la evacuación.
Identifique las señales naturales de advertencia: Si experimenta un terremoto fuerte que dura más de 20 segundos (el 80% de los tsunamis en México son provocados por terremotos submarinos), o si observa un retiro inusual del mar, también debe iniciar la evacuación de inmediato.
Comprenda los riesgos y las rutas de evacuación:
La costa del Pacífico mexicano (incluyendo Baja California, Sinaloa, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, entre otros) es vulnerable a tsunamis generados por terremotos distantes. Los residentes de estas áreas deben familiarizarse con las rutas de evacuación de tsunami locales y las zonas de seguridad (generalmente ubicadas en terrenos elevados tierra adentro o en refugios designados). Las autoridades locales actualizan regularmente los mapas y colocan señales para guiar la evacuación.
Elabore un plan de emergencia
Las familias costeras mexicanas deben desarrollar un plan de emergencia claro que incluya:
Puntos de reunión preestablecidos en terrenos elevados lejos de la costa.
Planes de comunicación en caso de interrupción de teléfonos e internet, incluyendo el uso de estaciones de radio locales o sistemas de alerta comunitarios.
Arreglos para los miembros vulnerables del hogar (como ancianos o personas con discapacidad) para asegurar que tengan acceso a transporte y asistencia.
Prepare un kit de emergencia
Los suministros pueden interrumpirse después de un tsunami, por lo que es crucial preparar un kit de emergencia que debe incluir:
Agua embotellada y alimentos no perecederos para al menos 72 horas.
Suministros de primeros auxilios adecuados para las necesidades locales (por ejemplo, repelente de mosquitos en zonas tropicales).
Radio a pilas o de manivela (para recibir alertas oficiales de agencias como la Secretaría de Marina (SEMAR) y Protección Civil de México).
Copias de documentos importantes (incluyendo su Clave Única de Registro de Población (CURP), registros médicos y números de contacto de emergencia).
Estaciones de energía portátil confiables (para cargar hogares y dispositivos durante cortes de energía causados por el tsunami o desastres secundarios).

Refuerce la seguridad del hogar
Si se emite una alerta de tsunami, tome las siguientes medidas:
Mueva muebles de exterior, embarcaciones u objetos sueltos a terrenos elevados para evitar que sean arrastrados.
Cierre el suministro de agua, electricidad y gas para evitar incendios o explosiones después de una inundación.
Selle pozos o tanques de almacenamiento de agua para evitar la contaminación del agua limpia por el agua de mar.
Tomar estas medidas preventivas adaptadas a las condiciones locales puede salvar vidas y reducir pérdidas cuando un tsunami amenaza la costa del Pacífico mexicano.
Qué hacer en caso de un tsunami
Cuando se emite una alerta de tsunami o se siente un terremoto fuerte cerca de la costa, actuar de manera decisiva e inmediata es clave para garantizar la seguridad.
Siga estos pasos importantes cuando ocurra un tsunami:
Evacúe inmediatamente
Si siente un terremoto fuerte o nota cambios inusuales como un retiro repentino del mar, no espere una alerta oficial; muévase de inmediato a terrenos elevados o tierra adentro, lejos de la costa. En ciudades costeras mexicanas como Mazatlán y Acapulco, las autoridades locales recomiendan evacuar a zonas a una altitud mínima de 15 metros o a partir del tercer piso de edificios sólidos.
Aléjese de la costa
Nunca intente ver un tsunami desde la playa o la orilla. Las olas de tsunami se propagan extremadamente rápido y tienen una fuerza de impacto inmensa, pudiendo ser mortales. Incluso las olas pequeñas o las corrientes de agua inusuales conllevan un riesgo grave.
No regrese hasta que las autoridades confirmen la seguridad
Los tsunamis suelen presentarse como una serie de olas, con intervalos de varios minutos entre ellas, y el peligro puede persistir durante horas. Solo abandone la zona segura una vez que las autoridades como Protección Civil de México o la Secretaría de Marina (SEMAR) confirmen que la amenaza ha cesado.
Evite áreas inundadas y peligros eléctricos
Nunca camine ni conduzca por zonas inundadas; el agua aparentemente tranquila puede ocultar fuertes corrientes subterráneas (incluso 30 cm de profundidad pueden arrastrar a un adulto) y contener objetos afilados (vidrio, barras de refuerzo), carreteras colapsadas o desagües, lo que puede causar fácilmente cortes, caídas y otras lesiones. Al mismo tiempo, manténgase alejado de cables eléctricos caídos o aparatos eléctricos sumergidos (como refrigeradores, farolas) para evitar descargas eléctricas.
Técnicas de supervivencia en el mar
Si se emite una alerta de tsunami mientras usted se encuentra en el mar, no regrese inmediatamente a la orilla. Las olas de tsunami en aguas profundas son menos peligrosas. Siga las instrucciones de las autoridades marítimas y espere a que el peligro cese antes de entrar en aguas abiertas seguras.
Qué hacer después de un tsunami
La retirada de las olas de ninguna manera significa el fin del peligro. En las horas a días posteriores a un tsunami, los riesgos secundarios aún pueden ser mortales. Tomar las siguientes acciones correctas es crucial para proteger a su familia y a la comunidad durante la fase de recuperación:
Mantenga la calma y priorice las lesiones
Una vez en una zona segura, primero estabilice sus emociones, el pánico puede interferir con el juicio. Inmediatamente revise si usted o sus familiares tienen lesiones: las raspaduras menores pueden limpiarse y vendarse con el desinfectante de yodo del kit de emergencia; si hay lesiones graves como fracturas o hemorragias importantes, no mueva a la persona herida y pida ayuda con un silbato o teléfono (si hay señal disponible).
Nota: La Cruz Roja Mexicana recomienda que, en este momento, se priorice mantener caliente a la persona herida (se puede usar una manta del kit de emergencia) para evitar la hipotermia.
No regrese a la zona de peligro sin permiso oficial
Debe esperar a que la Secretaría de Protección Civil de México o la Secretaría de Marina (SEMAR) emitan una notificación de "seguridad total" a través de radio o mensajes de texto antes de considerar regresar.
Reporte los peligros a tiempo y coopere con las operaciones de rescate
Si encuentra personas atrapadas, fugas de gas (identificables por un olor acre), o áreas inundadas con riesgo eléctrico (burbujas o zumbidos en la superficie del agua), marque inmediatamente el número de emergencia de México 911, explicando claramente la ubicación y el tipo de peligro. Además, siga las instrucciones del personal de emergencia local para evitar obstaculizar las operaciones de rescate.
Prevenga estrictamente la contaminación de alimentos y agua para asegurar la "línea de supervivencia"
Las inundaciones causadas por tsunamis mezclan agua de mar, aceite, aguas residuales y productos químicos, por lo que nunca debe beberla. Incluso si el agua parece limpia, puede contener patógenos como la bacteria del cólera. Use agua limpia almacenada y alimentos sellados hasta que las instalaciones públicas locales confirmen que es seguro.
Verifique los servicios públicos y la infraestructura
Antes de restablecer los servicios, realice una inspección:
Gas: Primero, huela si hay olor a huevo podrido. Si sospecha una fuga, abra inmediatamente puertas y ventanas para ventilar. Nunca encienda o apague luces ni use encendedores (las chispas eléctricas pueden encender el gas). Luego, evacue al exterior y llame al número de emergencia de la compañía de gas.
Electricidad: Observe si el medidor eléctrico ha sido inundado y si los cables eléctricos están dañados o caídos. Si hay alguna anomalía, contacte a la compañía eléctrica local para que lo resuelvan. No intente restablecer la corriente usted mismo.
Agua potable: Después de abrir el grifo, si el agua está turbia o tiene sabor salado, significa que ha sido contaminada por el agua de mar. Cierre inmediatamente la válvula principal y notifique a la administración de la comunidad.
Obtenga información a través de canales oficiales
Continúe siguiendo las actualizaciones de las fuentes oficiales mexicanas. Evite difundir rumores o información no verificada para prevenir el pánico o la confusión.
Cada paso cuidadoso después de un tsunami "allana el camino" para la recuperación ordenada de la comunidad. Recuerde: la paciencia y la racionalidad en este momento son tan importantes como la evacuación decisiva cuando llega un tsunami.
Conclusión
Comprender qué hacer en caso de un tsunami es crucial, especialmente para los residentes y turistas de la costa del Pacífico mexicano. Desde la preparación anticipada de un kit de emergencia y la memorización de rutas de evacuación, hasta la evacuación decisiva durante el desastre y el estricto cumplimiento de los protocolos de seguridad después, familiarizarse con "qué hacer antes, durante y después de un tsunami" puede ser la clave para salvar vidas y reducir pérdidas.
Recuerde que un tsunami puede golpear repentinamente con poca o ninguna advertencia, pero un conocimiento y una preparación adecuados pueden ayudarle a protegerse a sí mismo y a su familia cuando suene la próxima alerta.
¿Por qué no actúa ahora? Revise si el agua y los alimentos de su kit de emergencia han caducado, recorra la ruta de evacuación con su familia y confirme la ubicación de los refugios. Esta preparación podría ser la promesa de seguridad más sólida que le puede dar a su familia.
Preguntas Frecuentes
¿Cuáles son las 5 cosas que debo hacer cuando llega un tsunami?
Cuando llega un tsunami, cada segundo es crucial. Las siguientes 5 acciones pueden minimizar el peligro y proteger su seguridad:
Diríjase rápidamente a terrenos elevados, como cumbres de montañas o pisos superiores de edificios altos.
Aléjese de la línea costera y de las áreas bajas.
Escuche las transmisiones de emergencia a través de la radio o las alertas de su teléfono móvil para obtener instrucciones.
No regrese a la orilla hasta que las autoridades confirmen que es seguro.
Los tsunamis arrastrarán rocas, escombros, árboles y otros objetos. Al evacuar, intente evitar estos peligros. Proteja su cabeza y cuello con los brazos, y si hay un edificio sólido (que no esté en una zona baja), puede refugiarse temporalmente dentro.
¿Cuál es el lugar más seguro durante un tsunami?
Durante un tsunami, el lugar más seguro es un área lo suficientemente elevada y alejada de la costa y de las zonas bajas, incluyendo específicamente:
Terrenos elevados naturales: Como cumbres o laderas de montañas (asegúrese de que estén lejos de áreas propensas a deslizamientos de tierra inducidos por terremotos). Cuanto mayor sea la altitud y más lejos de la costa, mayor será la seguridad.
Pisos superiores de edificios altos y sólidos: Si no hay terreno elevado cerca, puede ingresar a edificios de varios pisos o rascacielos con estructuras estables (evite la planta baja y el sótano). Cuanto más alto sea el piso, relativamente más seguro será (asegúrese de que el edificio no haya sufrido daños por el terremoto).
Refugios de tsunami designados oficialmente: Estos lugares han sido evaluados profesionalmente, suelen estar en terrenos elevados y están equipados con instalaciones de emergencia, lo que los convierte en la opción prioritaria.
Al evacuar, evite estrictamente áreas como playas, estuarios, calles bajas, estacionamientos subterráneos y la planta baja de edificios costeros. Además, siga las instrucciones oficiales.
¿Qué sucede después de un tsunami?
Después de un tsunami, el peligro persiste y es complejo, incluyendo principalmente:
Riesgos secundarios: Las olas residuales pueden ser más fuertes, los edificios pueden colapsar fácilmente debido a la saturación de agua, y hay un alto riesgo de fugas eléctricas y de gas.
Interrupción de servicios: Los suministros de agua y electricidad, el transporte y las comunicaciones se paralizan, lo que dificulta el rescate y el transporte de suministros.
Amenazas para la salud: El agua y los alimentos contaminados pueden provocar intoxicaciones o enfermedades infecciosas, y la proliferación de mosquitos aumenta el riesgo de epidemias.
Impacto económico y ecológico severo: Los ecosistemas costeros (manglares, arrecifes de coral) son destruidos, y las industrias pesquera y turística se paralizan.
Desafíos de recuperación: El rescate inicial es difícil y la reconstrucción a largo plazo puede llevar varios años, además de tener que lidiar con problemas de reubicación y trauma psicológico.
Es crucial seguir estrictamente las instrucciones oficiales, no regresar antes de confirmar la seguridad y tomar medidas de autoprotección.