Cómo calentar una habitación de forma barata：Guía Práctica
En los periodos de bajas temperaturas en España, para mantener una temperatura interior confortable, los sistemas de calefacción suelen funcionar durante largos periodos, lo que eleva considerablemente el consumo energético y hace que la factura eléctrica se dispare. Sin embargo, calentarse en invierno no tiene por qué implicar un coste elevado: eligiendo el equipo adecuado y utilizando los métodos correctos, es posible lograr que el calor no se resienta y el gasto sí disminuya. A continuación, analizamos en detalle cómo calentar una habitación de forma barata, desde la elección de los dispositivos hasta los aspectos prácticos de su uso, para ayudarle a ahorrar dinero de manera integral durante la temporada fría.
Mejor forma de calentar la casa：elegir el equipo de calefacción adecuado
En los escenarios de calefacción, los equipos con alta eficiencia energética pueden proporcionar el mismo nivel de calor con un menor consumo de energía. A largo plazo, esto se traduce en una reducción significativa de la factura eléctrica o del gas. Por ello, elegir un dispositivo con un buen rendimiento energético supone dar el primer paso para calentar una habitación de forma barata.
A continuación, se presentan algunos sistemas de calefacción rentables y eficientes, adaptados a distintos tipos de vivienda y necesidades:
1. Bomba de calor
Principio de funcionamiento: La bomba de calor no genera calor de forma directa, sino que, mediante un compresor que hace circular el refrigerante, absorbe el calor de baja temperatura del aire exterior y lo transforma en calor de mayor temperatura, que luego se transfiere al interior de la vivienda.
Eficiencia energética: Bomba de calor aerotérmica: 3–4. Sistema geotérmico: 4–5.
Ventajas principales:
Rentabilidad a largo plazo: aunque la inversión inicial es más elevada, los costes de funcionamiento son bajos, lo que supone una clara ventaja económica a largo plazo.
Calefacción y refrigeración en un solo equipo: un sistema “dos en uno” que cubre la calefacción en invierno y la refrigeración en verano.
Control inteligente: puede integrarse con sistemas de domótica, permitiendo una regulación precisa de la temperatura por horarios y zonas.
Ecológica y baja en carbono: funciona con electricidad, sin emisiones por combustión; combinada con energía verde, puede lograr una calefacción de cero emisiones.
Amplio ámbito de aplicación: especialmente adecuada para viviendas de más de 80 m².
2. Caldera de gas
Principio de funcionamiento: Mediante la combustión de gas natural o gas licuado, la caldera calienta el agua en su interior y la distribuye a través de tuberías hacia los radiadores o el sistema de suelo radiante, proporcionando calefacción a toda la vivienda.
Eficiencia energética: Caldera tradicional: aproximadamente 70–90%. Caldera de baja temperatura: alrededor de 85–105%. Caldera de condensación: hasta 100–115%.
Ventajas principales:
Bajo coste de funcionamiento: en zonas con buen suministro de gas, es una de las formas de calefacción central más económicas.
Respuesta rápida: ofrece calor casi inmediato tras el encendido.
Producción de agua caliente sanitaria: las calderas mixtas cubren tanto la calefacción como el agua caliente, con un solo equipo para múltiples usos.
Ideal para calefacción integral: especialmente adecuada para viviendas de más de 100 m² y con varias estancias, ya que permite una distribución uniforme del calor en toda la casa.
3. Radiador de aceite
Principio de funcionamiento: Está relleno de aceite térmico que se calienta mediante una resistencia eléctrica. El calor se transmite al aire a través de las aletas del radiador, proporcionando calefacción localizada.
Eficiencia energética: No cuenta con un sistema unificado de clasificación de eficiencia. En la práctica, su rendimiento depende de la potencia (W) y de la capacidad de acumulación de calor: a mayor potencia, más rápido se calienta el ambiente, pero también aumenta el consumo eléctrico.
Ventajas principales:
Funcionamiento silencioso: sin ventiladores ni bombas de agua, es completamente silencioso y no interfiere con el descanso.
Conservación prolongada del calor: su alta inercia térmica permite que siga emitiendo calor durante un tiempo tras apagarse, ideal para el uso nocturno.
Seguro y fiable: sin llama abierta ni riesgo de fugas; la mayoría de los modelos incorporan protección contra sobrecalentamiento y sistema de apagado automático en caso de vuelco.
Coste de mantenimiento nulo: su estructura sellada no requiere añadir aceite térmico y ofrece una larga vida útil.
4. Calefactores cerámicos / infrarrojos
Principio de funcionamiento: Los calefactores cerámicos calientan un elemento cerámico interno y, mediante un ventilador, distribuyen el aire caliente por la estancia. Los calefactores infrarrojos, en cambio, emiten radiación infrarroja que actúa directamente sobre las personas y los objetos, proporcionando una calefacción direccional.
Eficiencia energética: Aproximadamente 90–95% o superior.
Ventajas principales:
Calor inmediato: en 3–5 segundos se percibe un aumento notable de la temperatura, sin necesidad de precalentamiento.
Calefacción focalizada: ideales para calentar rápidamente zonas concretas, como un escritorio o el área del sofá.
Compactos y portátiles: de tamaño reducido y fáciles de mover, adecuados para viviendas pequeñas o usos puntuales.
Control inteligente: la mayoría incorpora termostato, temporizador y función de oscilación, lo que permite un uso flexible.
Diseño seguro: los calefactores cerámicos mantienen una temperatura superficial más baja, y los infrarrojos suelen incluir rejillas de protección.
5. Suelo radiante
Principio de funcionamiento: El suelo radiante se divide principalmente en suelo radiante por agua (sistema húmedo o seco) y suelo radiante eléctrico. El suelo radiante por agua hace circular agua caliente, generada por una caldera, a través de una red de tuberías bajo el suelo, irradiando el calor desde el suelo hacia arriba. El suelo radiante eléctrico utiliza cables calefactores instalados bajo el pavimento para producir calor por radiación desde el suelo.
Eficiencia energética: En comparación con los sistemas tradicionales, permite un ahorro energético del 15% al 35%.
Ventajas principales:
Máximo confort: el gradiente térmico de “pies calientes y cabeza fresca” se ajusta a las necesidades fisiológicas del cuerpo humano; sin corrientes de aire ni ruidos.
Distribución uniforme del calor: elimina zonas frías o calientes, manteniendo una temperatura homogénea en todo el espacio.
Diseño oculto: no ocupa espacio interior y preserva la estética de la vivienda.
Alta estabilidad térmica: la capa de hormigón actúa como acumulador de calor, con pocas fluctuaciones de temperatura y un enfriamiento lento tras el apagado.
Saludable y ecológico: al no generar corrientes de aire, reduce la circulación de polvo y alérgenos.
Zonificación flexible: cada estancia puede regularse de forma independiente, logrando un ahorro energético preciso.
Solución duradera: vida útil de hasta 50 años en sistemas de agua y 30 años en sistemas eléctricos.
6. Calefactor con ventilador
Principio de funcionamiento: Genera calor mediante una resistencia eléctrica y, a continuación, un ventilador interno impulsa rápidamente el aire caliente hacia la estancia, logrando un aumento rápido de la temperatura.
Eficiencia energética: La eficiencia de conversión de la electricidad en calor es cercana al 100%.
Ventajas principales：
Coste muy bajo: es uno de los equipos de calefacción con menor precio de compra, ideal para usuarios con presupuesto limitado.
Uso inmediato: ofrece la velocidad de calentamiento más rápida; basta con encenderlo para sentir aire caliente.
Portátil y flexible: ligero y compacto, puede trasladarse fácilmente a cualquier zona que necesite calor.
Fácil de usar: no requiere instalación; simplemente se enchufa y funciona.
Calefacción direccional: permite orientar el flujo de aire hacia el área que se desea calentar, evitando el desperdicio de energía.
Mayor seguridad: los modelos modernos suelen incorporar protección contra sobrecalentamiento, apagado automático por vuelco y carcasas aislantes contra quemaduras.
Cómo calentar una casa económicamente：8 consejos prácticos
Después de elegir el equipo adecuado, un uso científico y racional permite multiplicar aún más el efecto de ahorro energético. Los siguientes 8 consejos prácticos no requieren ninguna inversión adicional: basta con ajustar algunos hábitos cotidianos para reducir el coste de la calefacción entre un 20% y un 30%.
1. Aprovechar al máximo la luz natural
Durante el día, abra las cortinas para que la luz solar incida directamente sobre el suelo y las paredes, aprovechando la capacidad de acumulación térmica de los suelos y los muebles. Se recomienda utilizar cortinas gruesas de algodón, ya que ofrecen un mejor aislamiento térmico que las cortinas ligeras.
2. Reforzar el sellado y el aislamiento
Utilice burletes o tiras de espuma para sellar las rendijas de puertas y ventanas, especialmente en viviendas antiguas donde las filtraciones suelen ser mayores. También se puede colocar lámina aislante en los cristales. En la parte inferior de las puertas, instale topes cortavientos, y mantenga cerrados los extractores del baño y la cocina cuando no se utilicen, para evitar que el aire frío entre por los conductos.
3. Calefacción por zonas de forma independiente
Instalar válvulas termostáticas en radiadores o sistemas de suelo radiante permite apagar la calefacción en habitaciones vacías. Al usar calefactores eléctricos u otros dispositivos de calefacción localizada, enciéndalos solo en las zonas ocupadas y apáguelos al salir, evitando el desperdicio de energía en estancias sin uso.
4. Controlar la temperatura del termostato
La temperatura interior más confortable para el cuerpo humano en invierno se sitúa entre 18 °C y 21 °C. Superar los 21 °C no solo provoca sensación de calor excesivo, sino que también incrementa de forma notable el consumo energético. Por ello, mantener la temperatura diurna por debajo o igual a 21 °C garantiza el confort y evita el despilfarro de energía.
5. Elegir ropa de cama más abrigada
Mejorar la ropa de cama permite reducir la dependencia de la calefacción general del hogar. Optar por sábanas de franela, mantas de lana gruesas, edredones de plumas o acolchados de algodón ayuda a conservar el calor durante la noche y mejora el confort térmico al dormir.
6. Precalentar la cama antes de dormir
Una hora antes de acostarse, se puede utilizar una bolsa de agua caliente o una manta eléctrica de baja potencia para precalentar la cama. Una vez conciliado el sueño, apague la manta eléctrica para reducir el tiempo de funcionamiento de los equipos de calefacción durante la noche.
7. Realizar un mantenimiento periódico de los equipos
La acumulación de polvo o las averías reducen la eficiencia energética y aumentan el consumo. Los radiadores de gas deben purgarse cada dos años para evitar la acumulación de aire en las tuberías, que disminuye la capacidad de disipación del calor. En los calefactores eléctricos y calefactores con ventilador, es importante limpiar regularmente el polvo de las rejillas y resistencias. Las calderas de gas deben ser revisadas anualmente por profesionales, limpiando el intercambiador de calor para mantener la eficiencia térmica en niveles óptimos.
8. Apoyarse en dispositivos solares
Si las condiciones lo permiten, instalar un generador solar es una solución eficaz de ahorro energético a largo plazo. Este sistema convierte la energía solar en electricidad para alimentar calefactores eléctricos o sistemas de suelo radiante, siendo especialmente adecuado en zonas con buena radiación solar.
Actualmente, en muchas regiones existen subvenciones energia solar , que pueden reducir el coste de compra e instalación entre un 30% y un 50%. A largo plazo, esto permite reducir la dependencia de la red eléctrica e incluso acercarse a una calefacción de “coste cero”.
A continuación, se recomiendan dos modelos de mejor generador solar portatil，adecuados para hogares con distintas necesidades y escenarios de uso:
Opción básica y práctica：Estación de energía portátil EcoFlow RIVER 2 Max+Panel Solar Portátil 160W
Capacidad de almacenamiento: cuenta con una capacidad de 512 Wh, suficiente para cubrir necesidades de energía de emergencia en el hogar, acampadas al aire libre y otros escenarios, proporcionando un suministro estable para dispositivos de baja potencia.
Potencia de salida: la potencia base es de 500 W y puede alcanzar hasta 1.000 W al activar el modo X-Boost. Permite alimentar fácilmente ordenadores portátiles, pequeños electrodomésticos, equipos de iluminación exterior, e incluso soportar durante cortos periodos dispositivos de mayor potencia, ofreciendo una alta versatilidad.
Rendimiento de la batería: utiliza baterías de fosfato de hierro y litio (LiFePO₄), que destacan por su seguridad y estabilidad. Tras pruebas rigurosas, alcanzan hasta 3.000 ciclos de carga, lo que prolonga considerablemente la vida útil del equipo y reduce los costes de sustitución a largo plazo.
Opciones de carga múltiples: incorpora cuatro métodos de carga (corriente alterna, carga en vehículo, energía solar y USB-C), lo que permite recargarla rápidamente tanto en casa como durante viajes o en entornos exteriores, eliminando la preocupación por la autonomía.
Control inteligente: puede conectarse a una aplicación dedicada mediante Bluetooth o Wi-Fi, permitiendo la supervisión y el ajuste remoto del estado del equipo, para un control cómodo y eficiente del funcionamiento.
Eficiencia fotovoltaica: el panel solar de 160 W incluido ofrece una eficiencia de conversión de hasta el 25%, situándose en un nivel avanzado dentro del sector. Permite captar la energía solar de forma eficiente y recargar rápidamente la estación de energía, reforzando la autosuficiencia energética en escenarios al aire libre.
Estación de energía portátil EcoFlow RIVER 2 Max+Panel Solar Portátil 160W
Opción de experiencia avanzada：Estación de energía portátil EcoFlow RIVER 2 Pro+Panel Solar Portátil 220W
Capacidad de almacenamiento: ofrece una capacidad más amplia, de 768 Wh, capaz de cubrir fácilmente múltiples escenarios de uso. Proporciona un suministro eléctrico estable y duradero para portátiles, proyectores, pequeños electrodomésticos de cocina y calefactores eléctricos, entre otros dispositivos.
Potencia de salida: la potencia base alcanza los 800 W y, con la tecnología X-Boost, la potencia pico puede llegar hasta 1.600 W. Permite alimentar sin dificultad equipos de baja potencia y, durante periodos cortos, también dispositivos de mayor consumo, lo que la hace especialmente versátil.
Modos de carga múltiples: incorpora cuatro métodos de carga —corriente alterna, carga en vehículo, energía solar y USB-C—, adaptándose a distintos entornos y necesidades de uso.
Alta eficiencia solar: el panel solar portátil de 220 W incluido alcanza una eficiencia de conversión del 25%, con una excelente capacidad de captación y transformación de la energía solar. Mediante la carga solar, puede generar hasta 1,8 kWh diarios, cubriendo las necesidades eléctricas ligeras del día a día y ayudando de forma eficaz a ahorrar factura luz.
Estación de energía portátil EcoFlow RIVER 2 Pro+Panel Solar Portátil 220W
Conclusión
Esto es todo lo que necesita saber sobre “cómo calentar una habitación de forma barata”. Al elegir el sistema de calefacción adecuado y combinarlo con consejos prácticos de ahorro energético, podrá calentar su hogar de manera eficiente y económica durante los meses fríos, manteniendo el confort sin que el gasto se dispare.
Preguntas frecuentes
¿Cómo calentar una habitación de forma barata?
La clave de una calefacción económica es “elegir el equipo adecuado + usarlo de forma eficiente”. Elección del equipo según las necesidades:
Viviendas grandes o calefacción integral a largo plazo: priorizar bombas de calor o calderas de gas.
Uso nocturno: optar por radiadores de aceite, que conservan mejor el calor.
Espacios pequeños o calefacción puntual: elegir calefactores cerámicos o infrarrojos.
Presupuesto limitado: los calefactores con ventilador son una opción económica y accesible.
Consejos de uso eficiente y ahorro energético:
Aprovechar la luz natural durante el día para acumular calor y cerrar cortinas gruesas al atardecer para mejorar el aislamiento.
Sellar puertas y ventanas con burletes o láminas aislantes, reduciendo la pérdida de calor.
Calefacción por zonas, apagando los equipos en habitaciones desocupadas.
Ajustar el termostato entre 18 °C y 21 °C.
Mejorar la ropa de cama y precalentar la cama antes de dormir para reducir la dependencia de la calefacción nocturna.
Limpiar periódicamente los equipos, eliminar el polvo y purgar los radiadores de gas para mantener una alta eficiencia energética.
En zonas con buena radiación solar, instalar un generador solar para reducir el consumo eléctrico y ahorrar a largo plazo.
¿Cómo elegir la forma de calefacción más segura en hogares con bebés o niños pequeños?
Se recomienda priorizar equipos con baja temperatura superficial y diseño antiquemaduras, como los radiadores de aceite o los calefactores de convección con rejilla protectora. Evite utilizar calefactores con resistencias expuestas, como los calentadores de aire tradicionales o las lámparas infrarrojas de alta temperatura, ya que presentan mayor riesgo de quemaduras. Además, asegúrese de que el dispositivo cuente con el apagado automático por vuelco, la protección contra sobrecalentamiento y el bloqueo infantil (child lock).
Si se utilizan equipos a gas, es fundamental instalar un detector de monóxido de carbono en la vivienda y mantener una ventilación adecuada, para garantizar un entorno cálido y seguro para los más pequeños.
¿Cómo ajustar la temperatura de forma adecuada para equilibrar confort y ahorro energético?
Se recomienda adoptar una estrategia de control por franjas horarias y por zonas:
Mantener las zonas de uso diario entre 18 y 20 °C; reducir la temperatura a 16–18 °C durante el descanso nocturno y apagar la calefacción en las habitaciones desocupadas.
Procurar que la diferencia entre la temperatura interior y exterior no supere los 10 °C. Por cada 1 °C que se reduce la temperatura de consigna, el consumo energético puede disminuir aproximadamente un 5%.
Utilizar termostatos inteligentes para ajustar la temperatura de forma automática según los horarios y hábitos de uso, evitando un funcionamiento continuo a temperaturas elevadas.